Hacía tiempo
que quería leer este libro, ya que el tema de la segunda guerra mundial me
llama mucho la atención y sigo sin explicarme que les tuvo que pasar por la
mente a los nazis para realizar tal barbarie
Edita
Adlerova es tan solo una niña cuando lo alemanes invaden Praga, ella y sus
padres deben abandonar su piso y todas sus pertenencias, ya que son perseguidos
por lo alemanes por ser judíos.
El primer
campo de concentración al que los llevan es al de Terezín un gueto para judíos dentro de Praga, donde Dita conocerá
a Fredy Hirsch, un prisionero alemán de origen judío, el cual organiza competiciones
deportivas con los chicos. En Terezin Dita se encargara de transportar un
carrito con libros, para que los presos puedan leer.
"-Así los niños me hacen más caso. A las palabras de un viejo chiflado no les prestarían ninguna atención, pero si son las palabras de un libro...eso es otra cosa. Los libros guardan dentro de sus páginas la sabiduría de quien los escribió. Los libros nunca pierden la memoria"
Todo esto
cambia cuando su familia es transportada hasta Auschwitz-Birkenau, en especial al campo de
concentración familiar, el único campo donde hay niños, en donde conviven familias enteras, con la
única finalidad de mantener oculta al resto del mundo la verdadera realidad de
lo que allí sucede... trabajos forzosos, muy poco comida y la muerte acechando día
y noche.
Fredy Hirsch también trasladado a Auschwitz consigue crear
en medio del caos una escuela
clandestina para que los niños se olviden de donde están y pasen los días más
agradables, Dita se convierte en la bibliotecaria del barracón 31, custodiando
los libros bajo sus ropas, ya que en Auschwitz están prohibidos bajo pena de
muerte.
"Empezar un libro es como subirse a un tren que te lleva de vacaciones"
Un libro que nos cuenta como fue la vida de los prisioneros
en el los campos de concentración y lo que tenían que hacer por un trozo de
pan, como eran tratados y humillados solamente por ser judíos.
Una historia triste y dura pero también bonita y
esperanzadora que nos muestra una realidad que jamás deberíamos olvidar.
"Vivir es un verbo que sólo se conjuga en presente"
Y después de leer
esta novela que transmite tanto sufrimiento y tanto horror, me quedo con el gran esfuerzo de aquel grupo de
personas que consiguieron sacar adelante una escuela y una biblioteca en el bloque
31 del campo familiar, en medio de la más absoluta barbarie que se ha cometido
contra la humanidad.
Como punto y
final os dejo un video de una pequeña entrevista a Dita Kraus, protagonista de
la novela y superviviente del holocausto
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UNA BUENA RECOMENDACIÓN |
¿La habéis leído ya? ¿A qué esperáis?
Yo si que la he leido. Me gusto muchísimo.
ResponderEliminarBesos
Tiene buena pinta. besos
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