En Calle Londres la autora nos presenta a Johanna Walker, compañera de trabajo en el bar donde trabaja Joss (protagonista de Calle Dublín) y multiempleada para lograr sacar adelante a su familia. Un
padre que los abandonó, una madre enferma y un hermano pequeño a sus
espaldas... aunque está decidida a conseguir dinero para enviar a su
hermano a la universidad. Por lo que sale con hombres mayores que ella, a
los que mantiene felices, con los que evita cualquier discusión y
permite que le regalen joyas y otros enseres caros para venderlos una
vez rompen con ella y ahorrar el dinero para la universidad de Cole.
Jo sale actualmente con un abogado al que le tocó la lotería y que vive muy desahogado, Malcolm. El cual le gusta de veras pero que la diferencia de edad y la poca pasión que tiene frente al sexo la está desanimando poco a poco a seguir con él aunque le gusta de verdad, o eso cree.
Las cosas se complican cuando, en una fiesta de arte a la que acude junto a Malcolm de una antigua ex de él, conoce a Cameron McCabe. Un atractivo joven, de profundos y misteriosos ojos, lleno de tatuajes y que la observa de forma peligrosa. Eso atrae su atención por la mirada que la atrapa de forma tan primitiva.
Así comienza una historia que quiere pero que no debe ser. Encuentros que se vuelven insoportables debido a la tensión sexual no resuelta entre nuestros protagonistas ya que ambos cuentan con una pareja a la que respetar y por la que preocuparse.
Pero todo cambió y en el cumpleaños de Becca, la ex de Malcolm, Cam decide dejarla y marcharse de la fiesta promoviendo que Jo también se largue junto a Malcolm.
Hacia la mitad del libro, Cam y Johanna, nuestros amantes, consiguen por fin dar rienda suelta a la atracción que sienten entre ellos logrando disfrutar de una noche en común en el apartamento de él gracias a que Cole, el hermano pequeño de Jo se queda a dormir en casa de un amigo.
Aunque la novela consigue el objetivo principal hacia mitad de su extensión la segunda parte es más emocionante ya que ocurren acontecimientos que no esperas a estas alturas en una novela romántica que toca el drama de forma sencilla pero bien tejida.
Me ha sorprendido para bien lo que me ha gustado.
El único impedimento es que no está bien traducida al español y es una vergüenza de escritura, pero eso no se puede culpar a la escritoria sino a la editorial como ya pasó con el de Sylvia Day. En fin... y porque estamos en crisis...
Jo sale actualmente con un abogado al que le tocó la lotería y que vive muy desahogado, Malcolm. El cual le gusta de veras pero que la diferencia de edad y la poca pasión que tiene frente al sexo la está desanimando poco a poco a seguir con él aunque le gusta de verdad, o eso cree.
Las cosas se complican cuando, en una fiesta de arte a la que acude junto a Malcolm de una antigua ex de él, conoce a Cameron McCabe. Un atractivo joven, de profundos y misteriosos ojos, lleno de tatuajes y que la observa de forma peligrosa. Eso atrae su atención por la mirada que la atrapa de forma tan primitiva.
Así comienza una historia que quiere pero que no debe ser. Encuentros que se vuelven insoportables debido a la tensión sexual no resuelta entre nuestros protagonistas ya que ambos cuentan con una pareja a la que respetar y por la que preocuparse.
Pero todo cambió y en el cumpleaños de Becca, la ex de Malcolm, Cam decide dejarla y marcharse de la fiesta promoviendo que Jo también se largue junto a Malcolm.
Hacia la mitad del libro, Cam y Johanna, nuestros amantes, consiguen por fin dar rienda suelta a la atracción que sienten entre ellos logrando disfrutar de una noche en común en el apartamento de él gracias a que Cole, el hermano pequeño de Jo se queda a dormir en casa de un amigo.
Aunque la novela consigue el objetivo principal hacia mitad de su extensión la segunda parte es más emocionante ya que ocurren acontecimientos que no esperas a estas alturas en una novela romántica que toca el drama de forma sencilla pero bien tejida.
El único impedimento es que no está bien traducida al español y es una vergüenza de escritura, pero eso no se puede culpar a la escritoria sino a la editorial como ya pasó con el de Sylvia Day. En fin... y porque estamos en crisis...
Recomendable si te gusta el género
A pesar de ser un libro de un género que no me llama especialmente, las críticas son tan buenas que seguramente le acabaré dando una oportunidad. Lo que me sorprende es lo que me comentas de los fallos de traducción, no había oído nada hasta hoy de ese problema...
ResponderEliminarBesos!